Hoy una receta para conservar y disfrutar de nuestras frutas de temporada durante todo el año.
Yo como buena valenciana en invierno aprovecho a tope la temporada de cítricos que es cuando realmente están buenos y son de la tierra.
Yo como buena valenciana en invierno aprovecho a tope la temporada de cítricos que es cuando realmente están buenos y son de la tierra.
Porque es cierto que hoy en día encontramos frutas de verano en invierno y de invierno en verano, pero también es verdad que estas frutas que nos venden en la tienda fuera de temporada, para empezar no sabe a nada, no tiene el sabor de una fruta que en plena temporada que ha madurado en su planta o árbol y que por supuesto NO es un producto de cercanía, no esta recién recolectado y seguramente haya pasado más de un mes en un barco, madurando dentro de un contenedor frigorífico cruzando el océano.
Esto no es un comercio justo entre productores y consumidores, ni una agricultura sostenible que es lo que realmente buscamos los que queremos avanzar y mejorar tanto los productos de nuestro país como nuestros agricultores.
Por eso vamos a disfrutar de esta deliciosa fruta dulce, fresca y natural para alegrar los desayunos o cualquier otro momento del día. Sobre una tostada de pan de semillas con mantequilla o queso crema es un bocado exquisito.
Ingredientes
- 1 kg. de mandarinas pequeñas
- 500 gr. azúcar
- 1'5 gr. agua
Elaboración
Lavamos a conciencia las mandarinas bajo el grifo con un cepillo de uso exclusivo de cocina, este paso es importante cuando vamos a consumir cualquier alimento del campo con su piel, por muy ecológico que sea.
Una vez limpias las pinchamos con un palillo o brocheta una o dos veces, no más, esto solo lo hacemos para que no se abran en la cocción.
Ponemos abundante agua en una cazuela y la llevamos a ebullición, agregamos las mandarinas y cuando comience a hervir de nuevo el agua, las dejamos medio minuto, las retiramos, las refrescamos y repetimos esta operación tres veces cambiando el agua de cocción cada vez.
Una vez terminado el proceso anterior las escurrimos bien de agua, las pesamos y pesamos también el agua y la cantidad de azúcar que vamos a poner, lo habitual es poner la misma cantidad de azúcar y de agua que de fruta, como en las mermeladas pero si no las quieres tan dulces, como es mi caso, con la mitad de su peso en azúcar o un poco más es suficiente , pero el agua si debes poner su peso o un poco más si quieres.
Estas son las cantidades que yo uso, no me gusta muy dulce, pero las puedes adaptar a tu gusto.
Ahora ponemos ya el agua pesada en la cazuela con azúcar a fuego medio, cuando se haya disuelto el azúcar, añadimos las mandarinas y cuando vuelva a hervir bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos unos 15 ó 20 minutos, no remover para que no se rompan ni se deformen, procuraremos deslizar la cazuela sobre la cocina con movimientos suaves para que ellas giren sin golpearse fuerte.
Apagamos el fuego, sacamos las mandarinas con cuidado y esperamos que se temple tanto el almíbar como la fruta, una vez templado todo metemos las mandarinas y reservamos la fruta en su almíbar a temperatura ambiente unas doce horas o hasta el día siguiente.
Al día siguiente repetimos la operación en este orden: sacamos la fruta y calentamos el almíbar, una vez caliente metemos las mandarinas cuando comience a hervir y bajamos el fuego al mínimo, cocinamos otros 15 minutos sin remover demasiado y una vez frío repetimos esta operación a las 12 horas y repetimos al día siguiente.
Esta operación yo la hago durante 4 veces en 3 días, esperando 12 horas entre ellas. Hay quien la repite incluso hasta 5 días, para mi con 3 días es más que suficiente, de hecho una vez pasado el segundo día hay que controlar que el almíbar no se endurezca y se convierta en caramelo debido a la evaporación del agua, si esto te ocurre y lo notas muy espeso añádele un poco de agua y listo.
Esta operación yo la hago durante 4 veces en 3 días, esperando 12 horas entre ellas. Hay quien la repite incluso hasta 5 días, para mi con 3 días es más que suficiente, de hecho una vez pasado el segundo día hay que controlar que el almíbar no se endurezca y se convierta en caramelo debido a la evaporación del agua, si esto te ocurre y lo notas muy espeso añádele un poco de agua y listo.
Tras la última cocción dejamos atemperar para poder manipular con facilidad, metemos las mandarinas en botes esterilizados y los rellenamos con su almíbar, procurando que todas ellas queden bien cubiertas dentro del bote.
Colocar el bote boca abajo y pasados 20 minutos ponerlos de pie y guardar en un sitio fresco y oscuro de la despensa.
Es un dulce tan sencillo como rico, cuando tengas invitados y lo saques en el desayuno prepara una buena cantidad de cafe, porque no encuentran el momento de dejarlas.
TruConsejos
Que no nos engañe ese brillo que tanto nos atrae en la tienda, es nuestro subconsciente que asocia una bonita apariencia con un mejor sabor y calidad y esto no es siempre así, nos sentimos atraídos por su color intenso, su piel tersa y su brillo e ignoramos aquellos ejemplares menos perfectos con formas irregulares y sin un brillo deslumbrante que habitualmente se debe a sustancias pulverizadas que le aplican para conseguir una capa fina.
Victoria qué color más bonito tienen estas mandarinas.
ResponderEliminarSólo las he comido una vez, y no las hice yo, las compré en El Club del Gourmet, estaban muy ricas, yo las serví con helado en unas tulipas, como postre, no sé si las que tú haces son también ideales para tal fin, pero supongo que sí. Además el sabor, como todo lo casero, será incomparable.
Este año ha sido un buen año de mandarinas aquí, aunque ya las que quedan son de las guardadas en cámaras, buenas, pero claro tampoco son lo mismo, y menos según tus recomendaciones.
En casa de mis padres tenemos un solo mandarino, pero es pequeño y aún no ha dado una buena cosecha como para tener excedentes, así que si quiero probar tu receta, tendré que esperar a la próxima temporada, espero no se me olvide.
Besos y gracias por tus buenos consejos.
Me encanta esta receta. Habrá que probar para tener fruta confitadas mucho tiempo. Ya tienes una seguidora más. Un agrado.
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