Habas Frescas Verdes
Seguro que conoces muchas y ricas recetas con esta deliciosa leguminosa, las habas verdes frescas son parte la gastronomía mediterránea algunas recetas son tan antiguas y tradicionales que tristemente estan cayendo en el olvido.
Pero no podemos dejar que un alimento tan completo y sano sea tan solo de consumo ocasional por muchos motivos, entre ellos porque poseen un alto nivel en nutrientes con gran contenido en proteínas vegetales, son bajas en grasa por lo que además aporta a nuestra dieta un contenido importante en fibra soluble que nos ayudan a reducir el colesterol y controlar el azúcar en la sangre, también se ha demostrado que las legumbres ayudan a combatir la obesidad.
¿Qué más se le puede pedir a un alimento de origen vegetal?
Contamos con recetas entrañables como las populares "Habas con jamón" o las riquísimas "Habas al Tombet" de Castellón, "Habas a la catalana" y el tradicional "Blanco y Negro con Habas" el bocadillo valenciano por excelencia entre otras.
Pero he pensado que antes de preparar todas estas recetas, es importante aprender a preparar las habas verdes, saber cómo tratarlas para que queden en su punto y así disfrutar de su sabor y su textura en todas esas recetas.
Una de las razones por las que se están dejando de consumir este regalo de la huerta es porque a veces nos parece que pelar las habas es un trabajo extra que o bien nos da pereza o no disponemos del tiempo necesario para pelarlas, a lo que debo decir que hoy en día en casi todos los mercados y verdulerías nos las venden ya recién peladas.
Por todo esto vamos a preparar una receta muy sencilla y riquísima que nos va a resultar de gran utilidad para ir cogiéndole el punto correcto al cocinarlas.
Una de las razones por las que se están dejando de consumir este regalo de la huerta es porque a veces nos parece que pelar las habas es un trabajo extra que o bien nos da pereza o no disponemos del tiempo necesario para pelarlas, a lo que debo decir que hoy en día en casi todos los mercados y verdulerías nos las venden ya recién peladas.
Por todo esto vamos a preparar una receta muy sencilla y riquísima que nos va a resultar de gran utilidad para ir cogiéndole el punto correcto al cocinarlas.
En esta receta las vamos a preparar con ajos tiernos, una receta sencilla y deliciosa, perfecta para servir como guarnición de aves, carnes, huevos o embutidos.
Confieso mi debilidad por las habas frescas, de ahí que las prepare a menudo, al ser una legumbre que se consume fresca hay que aprovechar la temporada al máximo y cuando ésta termina, yo no me resigno a pasar a las secas, que por cierto, secas si tienen más calorías. Pero la buena noticia es que se comercializan habas frescas congeladas de muy buena calidad y esto es una gran noticia para los 'habaadictos' como yo, así que no tenéis excusa para no prepararlas.
Confieso mi debilidad por las habas frescas, de ahí que las prepare a menudo, al ser una legumbre que se consume fresca hay que aprovechar la temporada al máximo y cuando ésta termina, yo no me resigno a pasar a las secas, que por cierto, secas si tienen más calorías. Pero la buena noticia es que se comercializan habas frescas congeladas de muy buena calidad y esto es una gran noticia para los 'habaadictos' como yo, así que no tenéis excusa para no prepararlas.
Cuando las habas son frescas hay que tener en cuenta varias cosas.
- Si puedes, elige las más pequeñas que encuentres en el mercado, hoy en día hay puestos donde te las venden peladas, van en bolsas y casi todas son del mismo tamaño. Importante este detalle para que los tiempos de cocción sean igual para todas. Tampoco es imprescindible que sean miniaturas pero cuanto más pequeñas más tiernas.
- Si las encuentras de un tamaño mediano tirando a grandes, lo ideal sería quitarles la capa exterior que resulta ser la parte más dura, claro que dependiendo de la cantidad que necesites esto puede resultar un trabajo bastante pesado. Si las vas a usar para ensalada, las tienes que repelar, pero si las vas a cocinar y cuidas su cocción, puedes ahorrarte este paso.
- Si ves en la tienda que las frescas son muy grandes, mejor déjalas allí y vete sin complejos a la sección de congelados, ni lo dudes.
Hoy veremos cómo cocinarlas frescas en plena temporada y congeladas fuera de ella, apenas hay diferencia.
- 1 ó 2 Manojos de ajos tiernos
- 1 Kg. habas frescas ó 2 Bolsas de habitas muy tiernas (cada bolsa pesa 300 gr.)
- Aceite de oliva
- Sal
- Agua
HABAS VERDES FRESCAS
Pelar y lavar las habas y los ajos tiernos, estos últimos los cortamos por la mitad a lo largo y luego en trozos de unos dos centímetros.
Ponemos una cazuela a fuego medio, añadimos 3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva virgen y cuando esté caliente agregamos los ajos y rehogamos, sin que tomen color. Sí los ajos están muy tersos añadiremos una o dos cucharadas de agua y los cocinaremos un poquito para que no queden duros.
Cuando los ajos estén casi transparentes, añadimos las habas y rehogamos unos minutos,echamos la sal y agregamos dos tacitas pequeñas de agua, tapamos la cazuela y bajamos el fuego casi al mínimo.
Dejamos cocinar sin remover unos cinco minutos aproximadamente, pasado este tiempo removemos y las probamos, si les falta sal la añadimos y aunque aún no están hechas si al probarlas notamos que aún están demasiado tersas, es el momento de 'asustarlas' añadiendo un poco de agua fría y así parar un momento la cocción, esto las ablandara.
Tapamos otra vez la cazuela y la cocinamos aproximadamente unos diez minutos más, apagamos el fuego y las dejamos tapadas unos minutos, donde se terminaran de hacer con el calor residual.
HABAS VERDES CONGELADAS
El proceso es casi idéntico, comenzamos rehogando también los ajetes y en el momento de añadir las habas, las echamos sin descongelar, de la bolsa a la cazuela directamente, añadimos una pizca de sal y les damos una o dos vueltas sin romperlas, ahora echamos una tacita de agua, tapamos la cazuela y bajaremos el fuego casi al mínimo.
Pasados unos minutos ponemos un poco más de agua y tapamos hasta que veas que ya se han descongelado, removemos, las dejamos 2 ó 3 minutos más al fuego y lo apagamos. Dejarlas tapadas para que terminen de hacerse con el calor residual de la cazuela, quedarán tiernas y con todo su sabor, deliciosas.
- Controla la potencia del fuego, no cocinarlas a fuego fuerte.
- No freírlas en abundante aceite como si fueran patatas, porque te quedarán muy duras, oscuras, por fuera, secas por dentro y amargas.
- Cocinarlas a temperatura no muy alta, en caso que hiervan muy fuerte las puedes asustar con un poco de agua fría para bajar la temperatura y rebajar el fuego.
- Respeta los tiempos, necesitan muy poco tiempo de cocinado.
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